miércoles, 20 de marzo de 2013

Abolición de la esclavitud en Venezuela


24 de Marzo de 1854: Abolición de la esclavitud en Venezuela
Desde los albores mismos de la Independencia, en 1810, los hombres más liberales de Venezuela pensaron en abolir la esclavitud, esa ignominia que pesa sobre ciertas conciencias humanas.
No sólo la nueva Junta de Gobierno había prohibido la trata de negros, sino que el Generalísimo Francisco de Miranda llamó a los esclavos a formar filas en el ejército patriota ofreciéndoles la libertad.
Por su parte, Simón Bolívar, aunque mantuano y propietario de haciendas y de esclavos, fue el primero en liberarlos, dando ejemplo de magnanimidad. Tal como se lo prometió a su amigo y protector en Haití, el Presidente Petión, apenas llega a Carúpano, el 2 de junio de 1816 decretó «la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados».
El 6 de julio de ese mismo año de 1816, al desembarcar en Ocumare de la Costa dicta una Proclama en que dice, al referirse a los esclavos: «Esta porción desgraciada de nuestros hermanos que han gemido bajo las miserias de la esclavitud, ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos: de aquí en adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos».
Pese a estos decretos e intenciones nobles, pasarán todavía muchos años, hasta que en 1854 el Presidente José Gregorio Monagas venció la tenaz oposición de los terratenientes y esclavistas y decretó la definitiva abolición de la esclavitud.
Después de varias discusiones en el Congreso, en base a un Proyecto de Ley presentado por 31 diputados el 3 de marzo de 1854, superadas las objeciones de que la agricultura se quedaría sin mano de obra, se terminó por acallar la voz de Vicente Amengual, uno de los más empecinados opositores, quien sostenía que el proyecto era anticonstitucional y que «conduciría a la República a un abismo espantoso».
Así se pudo llegar a una mayoría y el Congreso sancionó la Ley el 23 de marzo. El Presidente José Gregorio Monagas se apresuró a ponerle el «ejecútese» al día siguiente, 24 de marzo de 1854. Y con eso pasó a la historia, porque el resto de su gobierno fue bastante incoloro. Monagas dejaba libres, con su firma, a unos cuarenta mil ciudadanos, que habían cargado por generaciones las cadenas del oprobio. Un artículo de la Ley, tajante, basta para definirla: «Queda abolida para siempre la esclavitud en Venezuela»

Por último, en la abolición de la esclavitud intervinieron también razones políticas, que siempre se habían manifestado en el proceso abolicionista. La abolición no fue el resultado directo de la lucha de los esclavos contra los amos, sino más bien de sectores y partidos políticos interesados en aprovechar la esclavitud como bandera y ganar la simpatía popular. Desde los días de la guerra de independencia se había manifestado esta realidad en los bandos contendientes; y en la república pasó a ser una de las consignas del Partido Liberal. El programa de este partido incluía entre sus objetivos, abolir la esclavitud, y cuando la llevó a cabo el Presidente Monagas, lo hizo con la finalidad política de fortalecer las posiciones de los liberales y de su propio gobierno, frente a la oligarquía, tradicionalmente esclavista. Sin embargo, aun cuando la abolición fue un acto de gobierno que no perjudicó a los propietarios y dio dividendos políticos, tal hecho constituye uno de los acontecimientos de mayor significación en el proceso social y político de Venezuela.

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