El Ejecutivo sigue deshojando la margarita en materia económica y aún no anuncia las medidas que complementarán la devaluación de 46,5% de la moneda -efectiva desde el 13 de febrero. Mientras se resuelven las nuevas disposiciones, Econométrica apuesta a que el gobierno “se vea obligado” a instrumentar un mercado cambiario paralelo que alivie la sed de divisas en el país.
La previsión forma parte del informe de perspectivas de la consultora dirigida por Ángel García Banchs. Refiere la firma que tras la eliminación del Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), a través del cual se negociaban bonos que al ser revendidos permitían obtener divisas a Bs 5,30, se hace necesario aprobar un esquema sustituto que podría pasar por un nuevo mercado permuta -venta libre de bonos- o un mecanismo con la Bolsa Pública de Valores.
La expectativa de Econométrica es que la cotización del dólar a través de la eventual segunda vía para acceder a las divisas sufra una devaluación de 50% -en relación a Bs 5,30- para ubicarse en Bs 7,95. La “urgencia” de establecer un sistema alterno a Cadivi es un reclamo que cada vez suma más seguidores, puesto que el Sitme alimentaba 10% de las importaciones del país. Sólo en 2012 liquidó $9,4 millardos.
Para Econométrica, la escasez de divisas que se vivió en 2012 continuará este año, debido a la poca expectativa de una subida de los precios del petróleo, así como la alta suma de bolívares en circulación (liquidez se situó en 61% en 2012), de la cual una buena parte va tras los dólares. Aunque el gobierno descartó -a comienzos de mes- poner a funcionar un esquema paralelo, el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, dijo que su creación forma parte de “esas cosas que permanentemente estudian”.
Prueba de fuego
Para quitarle presión a Cadivi -que se está encargando de liquidar todos los dólares-, así como al mercado negro, trascendió que el gobierno podría instrumentar un esquema a través de la Bolsa Pública, que transaría bonos con una banda fijada por el Banco Central.
A la par de esta medida, el gobierno estaría evaluando el ajuste del precio de la gasolina -congelado desde 1996- con tarifas de Bs 0,097 por el litro de 95 octanos y Bs 0,070 por litro de 91 octanos. Este valor implica un subsidio de $1 mil 700 millones al año, sólo en costos de producción. Tanto Giordani como el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, negaron que esté en agenda el ajuste, pero cuestionaron el consumo local.
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