El peso de la manufactura en la composición del PIB
cae a sólo 13,9%
Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) sobre el comportamiento de
la economía en el cuarto trimestre de 2012 muestran a un aparato productivo
estancado.
Los datos oficiales indican que en 2012 la
manufactura apenas creció 1,8% con respecto a 2011, cifra muy inferior a la
expansión que registra el comercio.
Si se pone en contexto el resultado del año
pasado, el retrato de la industria nacional aún es más crudo y desfavorable, ya
que el resultado de 2012 es un 4,5% menos que el de 2008.
Este dato revela que pese a los enormes ingresos
que ha percibido el país por la renta petrolera, la manufactura ni siquiera ha
podido recuperar el terreno perdido en la recesión económica vivida entre 2009
y 2010.
Por el contrario, la única vía para atender el
auge de la demanda ha sido la importación.
Otro dato que confirma la
"desindustrialización" que ha vivido la economía es que al cierre de
2012 la manufactura apenas representó 13,9% del Producto Interno Bruto (PIB),
un valor inferior al 17,4% de 1998, año previo a la llegada de Hugo Chávez al
poder.
En este sentido, la manufactura retrocede a
niveles de la década del 60, cuando el PIB manufacturero era de 14%.
Para el economista Orlando Ochoa las
estadísticas del BCV son una radiografía clara. "Hay una evidente pérdida
de peso de la manufactura en la economía, una desindustrialización relativa en
Venezuela", apuntó el economista.
Agregó que este es un mal de algunas economías
petroleras, ya que usan el flujo de los petrodólares para importar bienes para
el consumo interno en detrimento de la industria nacional. "Es un mal que
se agudiza en Venezuela".
Ochoa alertó que los problemas de abastecimiento
continuarán porque la contracción de la industria se conjuga con un incremento
del gasto oficial que alimenta la demanda de la población.
De acuerdo al BCV, en enero pasado la escasez se
ubicó en 20,4%, el nivel más elevado desde enero de 2008.
Pese a los resultados el Gobierno nacional
reconoce que la vía para frenar la inflación es aumentar la producción. Sin
embargo, mantiene la política de controles, pese a que los gremios
empresariales insisten en que esas medidas son los factores que limitan la
producción.
La Confederación Venezolana de Industriales
(Conindustria) ha reiterado que sin otras políticas no se obtendrán resultados
distintos.
Los datos oficiales indican que en 2012 la manufactura apenas creció 1,8% con respecto a 2011, cifra muy inferior a la expansión que registra el comercio.
Si se pone en contexto el resultado del año pasado, el retrato de la industria nacional aún es más crudo y desfavorable, ya que el resultado de 2012 es un 4,5% menos que el de 2008.
Este dato revela que pese a los enormes ingresos que ha percibido el país por la renta petrolera, la manufactura ni siquiera ha podido recuperar el terreno perdido en la recesión económica vivida entre 2009 y 2010.
Por el contrario, la única vía para atender el auge de la demanda ha sido la importación.
Otro dato que confirma la "desindustrialización" que ha vivido la economía es que al cierre de 2012 la manufactura apenas representó 13,9% del Producto Interno Bruto (PIB), un valor inferior al 17,4% de 1998, año previo a la llegada de Hugo Chávez al poder.
En este sentido, la manufactura retrocede a niveles de la década del 60, cuando el PIB manufacturero era de 14%.
Para el economista Orlando Ochoa las estadísticas del BCV son una radiografía clara. "Hay una evidente pérdida de peso de la manufactura en la economía, una desindustrialización relativa en Venezuela", apuntó el economista.
Agregó que este es un mal de algunas economías petroleras, ya que usan el flujo de los petrodólares para importar bienes para el consumo interno en detrimento de la industria nacional. "Es un mal que se agudiza en Venezuela".
Ochoa alertó que los problemas de abastecimiento continuarán porque la contracción de la industria se conjuga con un incremento del gasto oficial que alimenta la demanda de la población.
De acuerdo al BCV, en enero pasado la escasez se ubicó en 20,4%, el nivel más elevado desde enero de 2008.
Pese a los resultados el Gobierno nacional reconoce que la vía para frenar la inflación es aumentar la producción. Sin embargo, mantiene la política de controles, pese a que los gremios empresariales insisten en que esas medidas son los factores que limitan la producción.
La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) ha reiterado que sin otras políticas no se obtendrán resultados distintos.
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